Una nueva técnica destruye las células grasas sin bisturí

Una nueva tecnología para eliminar la grasa corporal promete reducir sin cirugía, anestesia ni reposo entre 1 y 3 centímetros de contorno en 20 minutos, siempre y cuando exista el compromiso de no comer demasiadas grasas y hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio físico el día de la sesión.

El procedimiento, que se presentó ayer por primera vez en América, inaugura una tendencia no invasiva en los cuidados estéticos: aprovechar los procesos bioquímicos naturales del organismo. En este caso, estimular la membrana de las células grasas (adipositos) para que liberen la grasa intracelular, que, transformada en energía queda a disposición de los músculos para quemarla con ejercicio, como caminar a paso rápido o usar una bicicleta fija.

Se trata de un sistema que emite bajos niveles de energía a través de pequeños emisores ( pads ) de luz láser fría que se apoyan sobre la piel; la energía penetra 1,5 centímetros. En el proceso, los triglicéridos, las grasas dañinas para el sistema cardiovascular y el metabolismo, se transforman en ácidos grasos y no quedan circulando libremente por la sangre. Esta tecnología está contraindicada para usar en las mamas; tampoco se aconseja utilizar en las embarazadas y las personas con marcapasos o con el sistema inmunológico debilitado.

«El paciente tiene que comprometerse con el tratamiento para que los resultados sean duraderos. No existen las soluciones mágicas sin un adecuado cambio del estilo de vida», explicó ayer la doctora en química Dona Freeman, que realizó un estudio a doble ciego para evaluar los efectos del sistema i-lipo.

Con ultrasonido, midió el grosor del tejido adiposo de 50 pacientes antes y después de una sesión. En esos 20 minutos, la reducción fue de alrededor del 30 por ciento. «Además de destruir las células grasas, actúa como un gran estímulo para mejorar la salud general», dijo la especialista, que trabaja en la empresa que desarrolló el sistema.

Otro estudio, esta vez un seguimiento a 40 pacientes tratados con las dos sesiones semanales que se recomiendan durante cuatro semanas, la reducción del contorno corporal medido en tres puntos distintos fue de hasta 4 centímetros por zona. Antes y después de cada sesión, el paciente tiene que comer liviano (por ejemplo, una fruta en el desayuno o pollo con ensalada en el almuerzo) «para no confundir al organismo sobre qué grasa quemar», dijo Freeman. En el tratamiento, no se aconseja saltear comidas y se recomienda aumentar el consumo de frutas y verduras, y tomar entre 1,5 y 2 litros de agua por día.

«Hoy se buscan buenos resultados con técnicas cada vez menos invasivas. La liposucción sigue siendo maravillosa en las manos correctas y los pacientes indicados. Pero la tendencia es dar buenos resultados siguiendo los mecanismos fisiológicos naturales del organismo mediante estímulos externos como el láser. Esta tecnología permite tener mejor calidad de vida, recuperarse más rápido y reducir complicaciones», señaló luego de la presentación el doctor Ricardo Hoogstra, jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital José M. Penna. Estimó que las 8 sesiones valdrán la mitad del costo de una liposucción.

Por su parte, el cirujano plástico Alberto Rancati, que no participó de la presentación, opinó desde Miami: «El mecanismo de acción es inocuo y sin riesgo bioquímico para el organismo. Sin duda, ocupará espacio hasta desplazar a los procedimientos quirúrgicos».

Fuente: La Nacion

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