Predecir la respuesta a las dietas en obesos

Predecir la respuesta a las dietas en obesos

La presencia de mayor grasa corporal y como consecuencia, la de mayores niveles de sustancias inflamatorias en sangre, dificultan la pérdida y el mantenimiento del peso corporal. Así lo ha demostrado una investigación de la Universidad de Navarra llevada a cabo por Estíbaliz Goyenechea Soto, científica de la Facultad de Farmacia.

El trabajo, titulado «Estudio nutrigenético y nutrigenómico relacionado con el control del peso corporal e inflamación», estudia cómo la genética individual de los pacientes obesos puede favorecer o entorpecer la pérdida de peso cuando se sigue una dieta e incluso influir en su posterior mantenimiento a largo plazo.

Algunas personas con sobrepeso u obesidad tienen genes mutados o alterados, que dificultan que pierdan peso, e incluso una vez perdido, hacen que lo recuperen más rápidamente en un periodo de entre seis meses y un año. Asimismo, este problema se produce en aquellos pacientes que tienen niveles más elevados de sustancias inflamatorias en sangre.

A su vez, esa predisposición genética, junto con la presencia de factores exógenos o ambientales como los inadecuados hábitos dietéticos y el sedentarismo, predisponen a la obesidad y a las complicaciones que se derivan de ella, como la diabetes, la hipercolesterolemia, la hipertensión arterial y, por tanto, a un aumento del riesgo cardiovascular del paciente.

El estudio, realizado en el departamento de Ciencias de la Alimentación, Fisiología y Toxicología, ha aportado el conocimiento de nuevos biomarcadores genéticos y plasmáticos que permiten predecir la respuesta de las personas obesas a una dieta específica. El objetivo es desarrollar en un futuro cercano estrategias terapéuticas personalizadas, basándose en las características genéticas de cada persona.

Obtener una batería de biomarcadores (genes y proteínas) capaces de predecir la respuesta a la pérdida y mantenimiento del peso de una persona permitiría conocer, con un simple análisis de sangre, cómo va a responder cada paciente a los distintos tipos de intervención nutricional.

En el estudio han participado 180 pacientes con sobrepeso u obesidad, que han seguido una dieta hipocalórica (baja en energía) durante 8 semanas, y que fueron nuevamente evaluados transcurridos 6 meses y un año del final de la intervención dietética.

Fuente: Alpha Galileo

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