Según Christopher Adams, del Departamento de Endocrinología, «el debilitamiento muscular es un compañero habitual de la enfermedad y el envejecimiento». Los estudios revelaron 63 genes que cambian en respuesta al ayuno tanto en personas como en ratones y otros 29 que modifican su expresión en los músculos de las personas que están en ayunas y aquéllas con lesión de la médula espinal.
Los investigadores dieron ácido ursólico a ratones en ayunas y demostraron que este compuesto de la piel de la manzana podía proteger a los músculos del debilitamiento ya que cuando el ácido ursólico fue añadido a la comida de los ratones normales durante semanas, sus músculos crecieron. También tuvo otros efectos benéficos como niveles más bajos de glucosa en sangre, y reducción en el colesterol y triglicéridos.
Todavía no está claro si estos descubrimientos en ratones podrían trasladarse a humanos, sin embargo, el objetivo de su grupo de investigación es «resolver si puede ayudarlos». De ser así, los científicos aún no saben si los niveles de ácido ursólico que podrían ser consumidos como parte de la dieta serían suficientes o no.