La andropausia favorece el desarrollo de obesidad
En cuanto a las diferencias entre hormonas sexuales masculinas y femeninas, «mientras los estrógenos tienen una acción débilmente antiinflamatoria y magnificadora de las respuestas inmunológicas, los andrógenos tienen un efecto débilmente contrario», señala Corrales Hernández. «Este hecho puede influir en una mayor prevalencia de enfermedades autoinmunes en la mujer». Sin embargo, en otros trastornos hormonales las diferencias epidemiológicas entre hombres y mujeres son mínimas. (imagen)
Un descenso moderado de la testosterona constituye un marcador predictivo de «mayor mortalidad en los años futuros». Según ha explicado, las hormonas sexuales masculinas, principalmente la testosterona, por una parte, producen el desarrollo del sistema genital y reproductivo masculino durante la vida fetal, así como los cambios anatómicos, funcionales y psicológicos a partir de la pubertad y, por otra parte, activan el desarrollo del testículo para que pueda fabricar células reproductoras masculinas, los espermatozoides.
A este respecto, el profesor Juan José Corrales Hernández del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico Universitario de Salamanca, ha señalado que «hoy día está bien demostrado en diversos países del norte de Europa que la calidad seminal, especialmente el número de espermatozoides con capacidad fertilizante, se está reduciendo. Los motivos de dicho descenso no se conocen bien y tienden a atribuirse a la industrialización».
«Esto indica que el descenso de la calidad seminal y, por ello, potencialmente de la tasa de reproducción, puede ser debido a otro tipo de factores, como por ejemplo un descenso de los niveles sanguíneos de la testosterona, cambios medioambientales o en el estilo de vida», ha afirmado.
Fuente: EP