Beneficios del Aquagym
– Mejora el sistema cardiorrespiratorio. El corazón trabaja más eficientemente y las venas y arterias se vuelven más elásticas.
– El trabajo de cada ejercicio es más efectivo gracias a la disminución del peso corporal, que varía según el físico del alumno y la profundidad del agua (es de un 50% agua por la cintura, a un 90% menos con el agua al cuello, trabajo en zona profunda).
– Es decir que hay una considerable disminución de impacto sobre las articulaciones. Esta amortiguación natural producida por el medio tiene un efecto especial sobre el sistema muscular, esquelético y respiratorio.
– Con el agua a temperatura correcta mejora la termorregulación corporal, ya que la pérdida de calor es algo mayor que en la ejercitación en suelo. Desaparece la sensación de transpiración, sin exceso de calor corporal la respuesta a los estímulos es mas eficiente.
– Mejor irrigación, por lo tanto, ayuda a estabilizar la presión sanguínea. Evita o retarda la aparición de várices, gracias al efecto masajeador del agua.
– El trabajo en el agua produce una sobrecarga a nivel muscular, se evidencia un equilibrio entre tensión y relajación ya que trabajan músculos agonistas y antagonistas. Esto trae aparejado la mejora de la postura y un equilibro de fuerza entre los músculos.
Ventajas de ejercitar en el agua respecto del suelo
Evidentemente, la ejercitación en el agua es un tipo de práctica que reúne las ventajas y los requisitos necesarios para poder considerarla saludable (Lloret y Violán 1991, Sova 1993, Rodríguez y Moreno 1998) aunque hay que tener en cuenta que no toda la ejercitación va a ser adecuada, debiendo reunir unos mínimos de calidad. Algunas de las ventajas saludables que ofrece el entrenamiento en el medio acuático sobre prácticas terrestres son:
«¢ Flotación. En el agua, disminuye el impacto contra el suelo y con esto las tensiones sobre las articulaciones. Es por esto que se podrá ejercitar más frecuentemente que en tierra. Además, favorece la relajación de la musculatura, ya que se produce un «aflojamiento» de los centros nerviosos por disminución del tono muscular basal a nivel general. Por otro lado ayuda a que algunas poblaciones con algún tipo de limitación puedan ver facilitados sus movimientos por la liberación del peso y por propiciar un mayor radio de acción en las articulaciones.
«¢ Presión hidrostática. El cuerpo sumergido recibe una ligera presión sobre la superficie corporal. Al principio puede provocar cierta molestia respiratoria, aunque con el tiempo da lugar a una mejora de los músculos respiratorios (diafragmáticos, abdominales e intercostales), provocando un aumento de la capacidad ventilatoria. También facilita una contención del cuerpo en posición vertical, y por otro lado, estabiliza las articulaciones inestables, favorece los trabajos de propiocepción y mejora la circulación de retorno. Es ideal en la prevención y tratamiento de várices y/o flebitis. Y en el ámbito deportivo, se convierte en una excelente forma de recuperación fisiológica, puesto que disminuye los productos de desecho, acelera los procesos adaptativos y de supercompensación.
«¢ Resistencia al movimiento. Debido a esta característica el agua se convierte en un excelente lugar para el desarrollo de la resistencia y ligera tonificación muscular, acentuándose el efecto con el uso de elementos. Un sector que se ve favorecido con este principio es el de personas con osteoporosis avanzada, ya que esta resistencia facilita la deposición de calcio.
Aumento de la intensidad al aumentar la velocidad del movimiento. Esto quiere decir que cuanto más aceleración se aplique en los movimientos dentro del agua, más resistencia a ellos encontraremos.
«¢ Equilibrio muscular. La resistencia homogénea que existe alrededor del cuerpo, unida a la flotación, hace que para cualquier movimiento deban trabajar los músculos agonistas y antagonistas, facilitando un trabajo equilibrado de pares musculares.
A su vez, este trabajo tan global también influirá en una mejora más significativa de la capacidad aeróbica, puesto que la cantidad de oxígeno solicitada es superior influyendo muy eficazmente no sólo sobre corazón y pulmones, sino también a nivel global sobre el sistema vascular y las células musculares.
«¢ Facilita la termorregulación. Al ser en el medio acuático la pérdida de calor 25 veces superior, se favorece la práctica en aquellas personas que no están acostumbradas a la típica sudoración y ligero aumento de temperatura. Aunque, para evitar procesos de hipo o hipertermia, siempre se debe tener presente el tipo de ejercitación que se va a llevar a cabo y la temperatura del agua.
Las actividades aeróbicas y de gimnasio, desarrolladas un poco por necesidad de la población y otro tanto por moda, han generado en las décadas pasadas y hasta en la actualidad incontables consultas por lesiones menores a consecuencia de un sobreentrenamiento por parte del practicante. Muchos de estos deportistas han encontrado en la gimnasia acuática un aliado para poder continuar sus actividades disminuyendo considerablemente los riesgos de lesión. También se suman incontables nuevos practicantes que quieren hacer una actividad divertida y sin riesgos.
Esta actividad está en constante crecimiento ya que por sus características logra adaptarse a la mayoría de las exigencias de las diferentes poblaciones posibles. Entre los usuarios más relevantes están: personas con problemas posturales, personas con sobrepeso, embarazadas, atletas en recuperación o como complemento y acondicionamiento físico para jóvenes, adultos y adultos mayores.
Al ser una actividad con preponderancia aeróbica, es una actividad ideal para la quema de grasas, inclusive hay formatos de clases de aquagym pensadas principalmente con éste objetivo. Como se ha explicado, la gente que tiene sobrepeso puede encontrar un espacio en esta actividad que le permite realizar gran cantidad de movimientos sin comprometer las articulaciones por la sobrecarga del peso corporal, ya que hay que recordar que el peso en el agua a la altura acorde solo es del 30%.
Esta es una actividad deportiva más que como objetivo busca el bienestar personal, que genera las llamadas endorfinas que predisponen a las personas a estar de mejor humor y, con más ánimo, lograr mayor fuerza y elasticidad. Y si va acompañada de una dieta que sea controlada por un profesional, logramos una fusión perfecta para lograr bajar de peso.
La actividad en el agua trae aparejado muchos beneficios. El efecto masajeador, junto con la presión hidrostática que ejerce el medio, provoca una mejora de la circulación, y puede evitar o retardar la aparición de várices, flebitis y celulitis.
Correr, saltar, patear hacia atrás, adelante y lateralmente, con una o ambas piernas simultáneamente, trabajos de tijeras laterales o antero-posteriores con o sin traslados, son los movimientos básicos para piernas que se acompañan con empujes de brazos en forma paralela simultánea o alternada, o «abrazando» el agua tanto hacia adelante o atrás del cuerpo, e infinidad de movimientos combinados.
Con respecto a la frecuencia para el ejercicio, lo recomendable, si uno es un principiante y sin mucha experiencia deportiva, es comenzar con dos estímulos semanales y, si es posible, de no mas de 30 minutos de duración. Pero una vez adaptado al medio y a los ejercicios (que sucede con un mínimo de un mes), es recomendable hacer de 3 a 5 estímulos con una duración de 45 minutos, que incluya la entrada en calor, el trabajo principal y la vuelta a la calma. Esta cantidad de estímulos es posible ya que los músculos, huesos y articulaciones sufren menos estrés al trabajar en el agua. Hay que tener en cuenta que mayor duración para esta actividad podría causar una fatiga innecesaria, ya que es una actividad que durante 40 minutos tiene al cuerpo en movimiento con resistencia constante. Esto no quita que para grupos realmente entrenados la clase pueda durar hasta 60 minutos.
Alejandro Bencid
Coordinación Area Pileta
Megatlon Nuñez