El ejercicio es fundamental en pacientes con osteoporosis

Expertos recomiendan la actividad física en la infancia y la adolescencia para reducir los problemas que conlleva la osteoporosis ya que se estima que disminuye en un 25 por ciento el riesgo de caídas de los pacientes con osteoporosis, según ha explicado el doctor Andrés Peña Arrebola, médico rehabilitador del Hospital Universitario Ramón y Cajal en Madrid, durante XLVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) que se está celebrando en Las Palmas de Gran Canaria.

«Las personas que practican ejercicio pueden caer de forma diferente a las que no lo realizan y así disminuir el riesgo de fractura», señala Peña, que ha destacado los beneficios del entrenamiento dirigido al fortalecimiento de los músculos, una reeducación del equilibrio y un plan de actividad física, ya que «reduce el número de caídas en un año, así como el número de lesiones por dicha caída».

Además, el propio ejercicio físico sirve para mejorar el equilibrio y la fuerza muscular, especialmente en las personas mayores que viven solas. De hecho, los ejercicios para mejorar el equilibrio y la propiocepción aumentan la estabilidad de la marcha, y disminuyen, no sólo el riesgo de caerse, sino también el miedo a caerse.

«El ejercicio es una forma accesible de prevención y tratamiento de la pérdida de masa ósea, que no tiene efectos colaterales, su coste es bajo, proporciona beneficios sobre la estabilidad postural y la prevención de caídas; en definitiva, es un aspecto fundamental de la rehabilitación al jugar un papel importante en el desafío de la osteoporosis», explica.

Uno de los ejercicios que mejoran la densidad mineral ósea es el Tai Chi, aunque su práctica debe estar recomendada por facultativo. ͉ste es, además, un ejercicio que se practica en grupo, algo muy estimulante para mantener al paciente en la práctica periódica de la actividad física.

No obstante, ha recordado que la prevención de esta enfermedad comienza desde la infancia, que es la época en la que el ejercicio tiene mayor incidencia en el crecimiento del esqueleto en anchura y masa mineral, y es cuando los niños y jóvenes alcanzan el pico de masa ósea, lo que va a determinar el tamaño de sus huesos.

«La actividad física aumenta el crecimiento en anchura y masa mineral de los huesos en los niños y adolescentes de ambos sexos, particularmente cuando se inicia antes de la pubertad, se realiza en volúmenes e intensidades cercanos a los de los atletas y se acompaña de una adecuada ingesta de calcio y calorías», afirma el doctor.

También con la llegada de la menopausia, etapa en la que más incidencia tiene la osteoporosis en las mujeres, el deporte asume un papel fundamental. En este caso, un entrenamiento progresivo de fuerza mantiene o aumente la densidad mineral ósea en las mujeres posmenopáusicas. Aeróbic, ejercicios de equilibrio y de fuerza, etc., mejoran la fuerza en las piernas, determinante de caídas y riesgo de fracturas, y la calidad ósea.

Asimismo, ha recordado que en contra de lo que muchas personas creen, un paseo diario no contribuye a mejorar de su enfermedad ya que «no es suficiente para recuperar la fortaleza perdida en los huesos». Los programas de ejercicios de bajo impacto, como caminar, ofrecen poco efecto protector, comparado con el ejercicio aeróbico intensivo o el entrenamiento de resistencia.

Fuente: EP

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