Los kioscos de colegios bonaerenses ofrecerán alimentos saludables
La medida alcanza a los 3.000 establecimientos primarios y secundarios de la provincia de Buenos Aires, y tiene como fin que los niños y adolescentes consuman alimentos más «saludables» y abandonen, de a poco, la comida «chatarra» y calórica.
Si bien esta iniciativa no tiene carácter sancionatorio ni intenta prohibir ningún tipo de producto, recomienda a las cooperadoras escolares, las encargadas de otorgar las licencias a los kioscos que funcionan dentro de los establecimientos, que a medida que tengan que renovar los contratos insten a los comerciantes a respetar una lista de alimentos saludables a la venta . Entre ellos figuran los jugos, las frutas de estación o disecadas, semillas, nueces, maníes sin sal, alfajores de fruta, sándwiches con verdura, barritas de cereales, maíz inflado, galletitas de arroz aptas para celíacos, agua mineral, yogur y lácteos.
Algunos colegios se sumaron ya a la medida, otros lo harán en el transcurso de este año y los restantes, en 2011, informó el diario Clarín.
Marcelo Tavella, director del Programa de Prevención del Infarto de la Universidad de La Plata, aseguró que «el 70% de las grasas malas se removió de los productos más consumidos por los niños». Sin embargo, un informe del Ministerio de Salud provincial realizado el año pasado arrojó que, de 194.000 chicos de escuelas públicas analizados, un 14% presentaba síntomas de obesidad y otro 14,6%, algún grado de sobrepeso.
Los especialistas señalaron que parte de la solución pasa por la educación que a los chicos imparten en sus casas . Gerardo Iriarte, responsable del programa Salud Activa en las Escuelas de la Dirección de Medicina Preventiva, admitió: «Resulta difícil imponer el kiosco saludable. Si en el recreo no encuentra la golosina, la compran en la esquina. Por eso, la clave está en la educación».
Otro proyecto
Un proyecto en pos de luchar contra la obesidad en los más chicos ya fue presentado, el año pasado, en la Legislatura bonaerense, pero terminó archivado. Si bien había sido aprobado en Diputados, nunca fue tratado en el Senado.
Se trataba de una medida mucho más restrictiva: prohibía la venta de golosinas y otros productos de alto contenido calórico en los colegios, y también su comercialización con figuritas, stickers u otros incentivos que llevaran a los chicos a la compra. Además, proponía incorporar al calendario escolar una jornada específica para explicar a los menores las consecuencias de la mala alimentación y el sobrepeso.
Tanto diputados como senadores prometieron rever la propuesta para volver a discutirla en ambas cámaras.
Fuente: cooperadoras.com.ar