Un 60% de personas aumenta entre 2 y 3 kilos de más en las fiestas de fin de año
De acuerdo con los datos del estudio, un 80 por ciento de los participantes han señalado como causa de este aumento de peso que comen «más de la cuenta» platos que engordan. Entre los alimentos más «irresistibles» se encuentran los dulces, turrones y pasteles. En este sentido, el 80 por ciento de los hombres señalan la «tentación para el paladar» que suponen estos alimentos como «el problema principal» de sus excesos.
Las tapas, el queso y el chorizo son otras de las comidas con «poder seductor» a partes iguales entre hombres y mujeres, quienes se muestran más concienciadas con intentar reducir su consumo (un 60% de las mujeres marca esta respuesta). No obstante, tanto hombres como mujeres (40%) reconocen que «siempre pican» entre las comidas principales.
Otro de los factores que propician la subida de peso en navidades son la escasa actividad física que se ejerce durante estos días y el hecho de «obviar la cultura alimentaria a la hora de reducir los azúcares y la grasa en la comida», explican desde el IMEO. De hecho, menos de un 30 por ciento de los entrevistados mantiene su rutina habitual y practica algún deporte en los días festivos.
El 16 por ciento combina las ‘comilonas’ con discotecas y reuniones sociales y la gran mayoría, más del 60 por ciento, entre los que predominan las mujeres de entre los 45 y 65 años de edad, señala que su actividad física se limita a hacer «breves paseos» con la familia y los amigos para facilitar la digestión.
Para elaborar un menú «saludable» en estas fechas desde el IMEO afirman que se pueden utilizar carnes, pescados y mariscos, eligiendo las piezas más magras, acompañándolos con verduras. Por cada 100 gramos de carne de cerdo se ingieren entre 275 y 850 kilocalorias (Kcal), dependiendo si es una carne magra, semimagra o tocino. Una pechuga de 100 gramos de pollo o pavo equivale a 115 Kcal, la misma cantidad de carne magra de ternera a 175 Kcal, mientras que una carne de cordero semimagra alcanza las 315 Kcal.
Además, los alimentos deben elaborarse con técnicas culinarias que impliquen poca grasa como el horneado, plancha, asado, cocido, papillote, limitando los fritos, empanados y rebozados. Respecto a las bebidas, los especialistas recuerdan que se ha de tener en cuenta que a mayor graduación alcohólica, más calorías contienen.
El whisky es el trago más calórico, una copa de 100 mililitros equivale a 240 calorías. Lo siguen el jerez (131 por copa), el ron (125), la cerveza (95) y el vino blanco (87). Una copa de tinto contiene 75 calorías y la de cava unas 69. Las cervezas, vino secos y sidra son los que menos alcohol, carbohidratos y calorías aportan, pero «no hay que pasarse de dos vasos al día», subrayan.
Un zumo recién hecho tiene unas 80 calorías, los refrescos de cola 110. La cerveza sin alcohol es baja en calorías (48). El té y el café no tienen aporte energético. El agua es acalórica y si se toma antes o durante la comida ayuda a saciar el apetito y comer menos. No obstante, no se recomienda mezclar bebidas carbonatadas o zumos de fruta con alcohol, porque se pueden duplicar las calorías, aseguran.
Fuente: EP